sábado, 28 de mayo de 2011

Bon appetit.

Los caniches pasamos casi que la totalidad de nuestras vidas tratando que nos traten como los feroces perros que realmente somos. Parecemos tiernos, peluditos y esponjosos pero llevamos una fiera dentro que nos lleva a someter a nuestras víctimas a un nivel demasiado peligroso. Sin embargo, la estirpe humana se ha esmerado en tratarnos como animales inofensivos, e incluso como Gatos! ¿Cuántos Caniches existen que los hacen hacer sus necesidades en areneros? ¿A cuantos les ponen cascabeles colgando de sus cuellos? BASTA!

Si bien nuestro ladrido no es digno de un perro macho alfa omega gran extirpador de hígados de rinocerontes vivos que habitaban en la sabana ártica, somos muy feroces. Todo comenzó en el Siglo V A.C. cuando el Caniche Mayor Anaximondo comenzó una organización de caniches cuyo principal objetivo es dominar el universo en toda su expansión.

Yendo al tema que nos compete, en mis vidas anteriores como Humano de la antigua mesopotamia turca, he podido apreciar la gran y enorme disyuntiva que existe con el "Buen Provecho". Siguiendo con el tema de los modales sociales permitidos y usados hoy en día, me animo a decir que el "Buen provecho" es uno de los peores mensajes que generan mayor malestar en la persona que recibe la cordialidad.

El que diga que no, que tire la primera piedra virtual. ¿A nadie le pasó estar comiendo una milanesa napolitana y que pase alguien al grito de "Buen provecho!"? Seguramente sí, y a continuación veremos posibles situaciones favorables que nos permitirán salir de una manera exitosa de esta tan horrible e inesperada situación.

Yendo al caso, en una situación tan trivial como estar almorzando en la cocina de nuestros respectivos trabajos, lo que suele suceder es estar ahí y que precisamente alguien entre a la cocina y diga "Buen provecho!", en lo cual pueden suceder 3 escenarios posibles:

1. Con la comida en el tenedor: No hay problema, simplemente decimos "Gracias" indicando una gesticulación amistosa pero sin dar a entender mucha simpatía sino desprecio por el mensaje.

2. Tragando la comida: Seguramente una situación altamente desfavorable dado que una de las partes mas importante de nuestro cuerpo que se encarga de emitir la voz se encuentra en esa zona. Debemos hacer lo posible para emitir un "Gracias" y que no salga con una voz chillona ni entrecortada. Vale recordar que los ancestros de los Mayas, los indios ibirapitá del norte del perú practicaban el deporte de "AQUEYOLOTRAGOYNOMEQUEJO", un deporte que constaba de tragar sustancias viscosas y hacer el trabalenguas de los tristes tigres que estaban en el trigal. El que lo hacía se ganaba una vuelta en la calesita del Inti Sol.

3. COMIENDO LA COMIDA: La peor de las situaciones, donde, hay que decidir ó hablar con la boca llena (cosa NO permitida en nuestra sociedad de élite) u omitir el "Gracias" (acto de una falta de respeto BRUTAL). Esto es decisión de cada uno, pero yo prefiero la de hablar con la boca llena intentando llevar toda la comida para un lado de la cavidad bucal y dejar el otro libre de manera tal de poder hablar casi que normalmente. Es claro que la situación se agrava si estamos comiendo cosas fundidas (como muzarella) o cosas largas (como tallarines), ya que nos veríamos involucrados en una encrucijada moral, ética y de vergüenza. Ya uno no debe preocuparse por redirigir la comida que se encuentra en la boca hacia un determinado lugar, sino que además se preocupa claramente por todo el resto de comida que esta fuera de la boca. Uno puede optar por de todas maneras decir "Gracias" con el cacho de muzarella colgando y la comida adentro (que en realidad saldrá como un "gzsadacia") o si no, hacer caso omiso al mensaje.

En sí, el "buen provecho" data de la aparición del Arcangel Gabriel en la montaña con Mahoma. La leyenda dice que Mahoma estaba sentado manso en un banquito en la montaña comiéndose un especial de salame y queso cuando apareció el Arcangel Gabriel a darle sus presagios y le dijo "Buen provecho Mahoma" (obviamente se lo dijo en otro idioma), Mahoma asintió con la cabeza y le hizo una guiñada como diciendo "¿Bo papá, no ves que estoy tragando?". Y ahí comenzó todo.

Espero que esto les resulte de utilidad en sus vidas como miembros de una sociedad más feliz y próspera (como el año nuevo, que siempre es feliz y próspero).

Saludos,
El Caniche Manuel.


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